Hoy os traemos una serie de puntos a tener en cuenta para elegir el mejor disco duro según nuestras necesidades de uso. Veremos aspectos como la capacidad, velocidad de transferencia, los tipos que hay, así como los precios que nos podemos encontrar, según lo que necesitemos en cada caso.
Capacidades y usos de disco duro y SSD
Uno de los puntos importantes a la hora de elegir los discos duros o unidad de almacenamiento, es la capacidad del mismo. Según el uso que le vayamos a dar, tenemos en el mercado varias capacidades. En este punto, podemos distinguir 3 aspectos, que son: unidades para sistemas operativos, de almacenamiento de información o de backup.
Discos duros para sistemas operativos
Lo más habitual, es tener un disco de 500GB o 1TB ya pre montado en, por ejemplo, portátiles o equipos de sobremesa. Este disco duro, es tradicionalmente mecánico, de 5400rpm para portátiles y de 7200rpm para ordenadores sobremesa. En él, además de tener el propio sistema operativo instalado, también tendremos nuestra información, ya sea en la misma partición, o en otra.
Para estos ordenadores, que disponen de un solo disco duro, os recomendamos que cambiéis el tradicional mecánico por un ssd de 500GB, así disfrutaremos de una gran velocidad para ejecutar programas, y tendremos la posibilidad de almacenar información.
Almacenamiento de información
Ahora pasamos a los que solo utilizamos para almacenar información, los cuales, son unidades secundarias. Las capacidades para este tipo de unidades, pueden ir desde los 500GB hasta los 12TB. Hay que decir, que no hay diferencia entre el uso de unidades para sistemas operativos o de almacenamiento. Todo dependerá de las necesidades que tengamos y de la información que queramos guardar en ellos, pudiendo usarlo para SO, indistintamente.
Unidades para copias de seguridad o Backup
Por último, tenemos las unidades donde realizamos copias de seguridad. Éstas, suelen ser externas, de 2,5” o de 3,5”, conectadas mediante un cable USB o, en algunos casos más profesionales, por ethernet. Las más normales, son las de 2,5”, con capacidades desde los 500GB hasta 2 o 4TB o más.
Son perfectas para almacenar los vídeos y fotos que hayamos hecho de nuestros viajes o documentos importantes. Así, si nos pasa algo en el ordenador, tendremos a salvo nuestra información, y no tendremos que usar programas para recuperar discos duros.
Como punto negativo de estas unidades, es la velocidad de transferencia, algo que veremos en el siguiente punto.
Para servidores o uso ininterrumpido
Este tipo de discos están pensados para el uso ininterrumpido en sistemas redundantes, para evitar fallos o pérdidas de información. En la actualidad, se están empezando a usar SSD, ganando en velocidad de transferencia, así como en menor consumo y tamaño.
A nivel de usuario, podemos encontrarlos en sistemas NAS, con 2 o más discos en él, como estos dos modelos que hemos analizado: NAS WD My Cloud EX2 y My Cloud DL2100.
Velocidad de transferencia de discos duros y SSD
En la actualidad, tenemos a nuestra disposición diferentes tipos de discos duros o SSD. Según el formato, disfrutaremos de más o menos velocidad, pudiendo distinguir 4 tipos, los cuales son: discos duros mecánicos, SSD/M.2, NVMe y Optane.
Velocidad de discos mecánicos
Este tipo de discos duros, tienen una velocidad máxima entre 150 a 200MB/s en lectura secuencial. Están limitados por la velocidad de rotación, que puede ser de 5400, 7200 o 10000MB/s, además del tipo de archivo que estemos usando, siendo más rápidos en lecturas secuenciales que en aleatorias.
Velocidad SSD M.2
Hace ya unos años, se dio el salto de velocidad, pudiendo ser los discos SSD hasta 10 veces más rápidos que los tradicionales mecánicos. Esto se debe a que no tiene partes móviles, haciendo que el acceso a la información sea casi instantáneo, teniendo velocidades de entre 300 y 550MB/s. Con estas velocidades, podremos encender nuestro ordenador en apenas segundos y ejecutar programas mucho más rápido.
Velocidad NVMe
La última tecnología en aparecer son los SSD NVMe, los cuales utilizan la conexión PCIexpress de las placas base, permitiendo velocidades de entre 1000 a 2000MB/s, o incluso superiores. Para este tipo de unidades, necesitaremos disponer del conector M.2 y ésta conectividad en la placa base.
Discos Optane
Los dispositivos Optane se caracterizan por tener una gran velocidad, aunque solo lo usaremos como unidad de caché, para agilizar procesos, ya sea la carga de Windows o de diversos programas. Según el uso que le demos a nuestros equipos, el software que controla estas unidades, determina que archivos usamos más, pasándolos para agilizar la carga.
Conectividad de los discos duros y SSD
Como hemos apuntado antes, en el mercado disponemos, principalmente, de 2 tipos de conectores. El más veterano Sata y el M.2.
Conector Sata
Es el conector más usado, estando en los portátiles y las placas base actuales. Según si es Sata 1, 2 o 3, tendremos más o menos velocidad de transferencia.
Conector M.2
Dentro de los discos con conector M.2, tenemos los normales y los que admiten conectividad NVMe en el mismo conector. Tendremos que ver si nuestra placa base cuenta con esta posibilidad, ya que, si no, no funcionará el SSD NVMe.
Tamaño de los discos duros y SSD
Dentro de los tamaños de discos duros, nos encontramos con los tradicionales de 3,5”, los cuales son mecánicos. En el formato de 2,5”, podremos ver, tanto los tradicionales como los SSD. Por último, tenemos los M.2, que van desde 40 mm hasta 100 mm, y un ancho de 22 mm.
Dependiendo de la placa base que tengamos o el ordenador portátil, deberemos adquirir uno u otro.
Precio de los discos duros SSD
Por último, vemos el precio de los discos duros y SSD. En este caso, si valoramos el precio del Giga, tenemos a los tradicionales como ganadores. Además de contar con capacidades mucho mayores que los SSD.
Aunque si necesitamos velocidad en nuestros equipos, lo mejor (en el caso de que podamos), sería tener dos discos, un SSD rápido, para programas y SO, y otro para almacenar la información. De esta manera, no gastaremos mucho dinero si compramos solo un SSD de gran capacidad.
Esperamos que os hayan sido útiles estos consejos para tener más claro el uso de nuestros discos duros y cuál comprar para darle el mejor uso. Si veis que nos quedase algún punto sin tratar, hacérnoslo llegar en comentarios y si es relevante, lo incluiremos en la publicación.