El 5G actual se creó para la comunicación de gran ancho de banda, sin embargo, tiene otra característica con la que no contábamos: su capacidad de transmitir energía de forma inalámbrica. Investigadores americanos del Instituto de Tecnología de Georgia, han descubierto una manera de aprovechar esa energía, y han desarrollado una antena que convierte WiFi 5G en electricidad, la cual captura esas ondas electromagnéticas, y es delgada y flexible, de modo que puede colocarse fácilmente en pequeños dispositivos electrónicos y supondría el adiós a las baterías.
No obstante, no es la primera vez que se intenta recoger energía de las ondas, ya se había intentado capturar energía a 24 o 35GHz antes, pero hasta la llegada del 5G no ha sido posible de manera eficiente, ya que las antenas solo funcionaban si estaban perfectamente alineadas con la estación base.
La nueva antena que convierte WiFi 5G en electricidad, soluciona este problema mediante la lente de Rotman, la cual es capaz de recoger energía de las ondas milimétricas en una banda de 28-GHz, sin importar la dirección desde la que provengan.
La lente Rotman proporciona seis campos de visión simultáneamente en un patrón con forma de araña. El ajuste de la forma de la lente, da como resultado una estructura con un ángulo de curvatura en el lado del puerto del haz y otro en el lado de la antena. Esto permite que la estructura mapee un conjunto de direcciones de radiación seleccionadas a un conjunto asociado de puertos de haz. Este tipo de lentes, se utilizan habitualmente en los radares porque tienen la propiedad de recibir ondas que llegan de distintas direcciones.
En este caso, la lente se usa como un componente intermedio entre las antenas receptoras y los rectificadores para la recolección de energía 5G. Pero a la lente de Rotman, se le ha añadido directamente una antena rectificadora o rectena, que tiene la propiedad de convertir las microondas en corriente continua. Se ha hecho así, dado que para recolectar suficiente energía para dispositivos de baja potencia a grandes distancias, se necesita utilizar antenas de gran apertura, las cuales son grandes y tienen un campo de visión estrecho.
Con esta solución de Georgia Tech, toda la energía electromagnética recolectada por los conjuntos de antenas de una dirección, se combina y alimenta a un solo rectificador, lo que maximiza su eficiencia.
Por tanto, esta nueva combinación, permite que la antena que convierte WiFi 5G en electricidad, sea flexible e imprimible y que ocupe lo mismo que una tarjeta de crédito, pudiendo funcionar aunque esté doblada. Proporcionar opciones de impresión 3D y de inyección de tinta, hará que el sistema sea más asequible y accesible para una amplia gama de usuarios, plataformas, frecuencias y aplicaciones.
“El hecho es que el 5G va a estar en todas partes, especialmente en entornos urbanos. Puede reemplazar millones o decenas de millones de baterías de sensores inalámbricos especialmente para ciudades inteligentes y aplicaciones agrícolas inteligentes”, dijo Emmanouil (Manos) Tentzeris, profesor de Electrónica Flexible en la Escuela de Ingeniería Eléctrica e Informática y uno de los desarrolladores de la antena.
Tentzeris pronostica que la energía inalámbrica bajo demanda podría ser la próxima gran fuente de ingresos de las compañías de telecomunicaciones y añade que, si esta tecnología se hace popular, podría incluso acabar con las baterías.
Este descubrimiento, supone una gran noticia en un mundo obsesionado por sacar energía de debajo de las piedras, pero depende de lo rápido que consiga implementarse la red 5G y la capacidad de esta antena que convierte WiFi 5G en electricidad, para adaptarse a los distintos aparatos. Sus creadores están seguros de que se puede emplear para alimentar wearebles, nuevos tejidos inteligentes, y los pequeños electrodomésticos conectados a internet. Incluso nuestros teléfonos móviles serían capaces de cargarse con la energía generada por sus propias emisiones.
Fuentes: El Confidencial y elperiódicodelaenergía.com