Hoy en día, tanto las pantallas curvas como las flexibles ya son una realidad. Por otro lado, los smartphones son capaces de llevar a cabo cada vez más funciones, lo que a su vez demanda una mayor autonomía y requiere un mayor consumo de batería; por lo que se necesitan nuevas baterías que se adapten a estos nuevos diseños de dispositivos.
Con este fin, muchos investigadores y desarrolladores de distintas Universidades y empresas de todo el mundo, se han puesto manos a la obra y han ido presentando sus propuestas alternativas a las baterías actuales, dando paso a otros nuevos conceptos. A continuación os hablo en detalle de algunas de estas nuevas propuestas de baterías flexibles.
En la Universidad Rice, en Houston (EE.UU.), han diseñado unas baterías ultrafinas, flexibles, de alto rendimiento y sin ser de ión-litio. Este tipo de baterías consisten en una capa de fluoruro de níquel de 900 nanómetros de grosor, con perforaciones regulares de 5 nanómetros para aumentar su superficie, cuyos electrodos están fabricados con hidróxido de potasio en alcohol polivinilo.
Con estas baterías se podría cargar y descargar rápidamente nuestro smartphone, actuando como un supercapacitador, pero si se cargan con una tasa de corriente baja, se descargan lentamente, como cualquier batería estándar. Además, hay que destacar que se ha visto que después de llevar a cabo 10.000 ciclos de carga/descarga y después de haber sido doblada unas 1000 veces, la batería todavía conserva un 76% de su capacidad original.
En China, científicos de la Universidad de Fudan, han desarrollado una batería superelástica que es capaz de estirarse hasta un 600%, y que está fabricada a partir de dos nanotubos de carbono con filamentos de óxido de litio entremezclados entre sí, que hacen de electrodos positivos y negativos, introducidos en un compuesto plástico cubierto con una capa de gel electrolito.
Y en la Universidad de Illinois, por su parte, los investigadores han elaborado un prototipo de batería totalmente flexible que es capaz de proporcionar energía cuando es estirada hasta tres veces su tamaño original. En este caso, los materiales que forman el ánodo, el cátodo y el electrolito, se encuentran inmersos en un polímero elástico de hule, similar a silicona; teniendo la batería en su conjunto, un grosor de tan solo medio milímetro.
Esta batería recuerda bastante a las estándar de iones de litio, pero dada su increíble flexibilidad y su reducido grosor, podría utilizarse en dispositivos electrónicos flexibles, en ordenadores implementados en la ropa, e incluso en implantes en el cuerpo, aprovechando además que se puede cargar por inducción. Sin embargo, cabe indicar que este prototipo tiene todavía una capacidad de carga reducida.
Por otro lado, las grandes marcas como LG y Samsung, también han querido participar en el desarrollo de las baterías flexibles, presentando así distintos tipos para incorporar en sus dispositivos. LG por su parte, cuenta ya con tres formatos diferentes baterías: la “Stepped”, que consiste en varias baterías conectadas entre sí para aprovechar mejor el espacio y aumentar la capacidad, y que está ya incluida en el LG G2; la “Curved”, que es una batería curvada o flexible; y la “Cable”, que es una batería flexible que presenta la forma y tamaño de un cable y que es resistente al agua, diseñada sobre todo para pulseras.
Y Samsung, ha presentado en Corea del Sur sus primeras unidades de baterías flexibles, las cuales son tan flexibles que hasta se pueden doblar en introducir en un vaso, además de ser muy delgadas y ligeras.
Con todo esto, se espera que cuando las baterías flexibles lleguen al mercado, supongan un Boom dada su gran versatilidad.
Fuentes: Ticbeat, blogthinkbig y rtve