Cuando salimos del entorno de trabajo con el portátil y realizamos este fuera de la oficina, no siempre tenemos las condiciones óptimas de temperatura. Esto se agrava con la llegada del verano, donde la temperatura se dispara o estamos en ubicaciones diferentes a las del entorno de trabajo habitual. Por este motivo, os traemos una serie de recomendaciones a tener en cuenta a la hora de usar el portátil en verano.
Tanto si estamos en la oficina, como si lo llevamos con nosotros. Con estas recomendaciones, conseguiremos que el equipo funcione como debería, sin que aparezcan problemas derivados del calor. Comenzamos con los consejos!
No tapar la ranuras y zonas de ventilación.
En muchas ocasiones, inconscientemente tapamos las ranuras de ventilación del portátil. Ya sea porque lo tenemos encima de las piernas, encima de la cama o en un lugar donde no dejamos la suficiente ventilación.
Lo mejor para una correcta ventilación, es localizar las zonas por las que entra o sale el aire del equipo y mantenerlas libres de obstáculos. Encima de una mesa con la superficie plana y alejado de cualquier objeto que podamos tener en ella es la mejor opción.
Si aun así, vemos que el equipo se calienta más de lo habitual, podemos comprar una base refrigeradora, la cual se coloca por debajo y le dará un extra de aire que enfriará mejor el portátil. En el mercado tenemos un sinfín de modelos, como los que os enseñamos en el siguiente link. Tendremos que valorar el tamaño, número de ventiladores y las conexiones que tiene o necesita para funcionar. Incluso, con sonda de temperatura, como la que vemos a continuación.
Trabajar en un lugar ventilado
El siguiente consejo, puede parecer obvio, pero no siempre lo hacemos. El trabajar en un lugar o espacio correctamente ventilado es fundamental, sobre todo, si estamos tiempos prolongados delante del ordenador. Evitar exposiciones al sol del equipo, donde en pocos minutos, los componentes estarán a una temperatura bastante alta. Además, tendremos un peor rendimiento de todo el hardware, consumo energético al tener que ventilar más, degradación de los materiales, sobre todo los plásticos, y estaremos incómodos mientras trabajamos.
Si queremos estar al aire libre, lo mejor es colocarse debajo de una sombra, ya sea de un árbol o sombrilla, evitando cambios bruscos de la temperatura del equipo. De esta forma, conseguiremos alargar la vida de los materiales y trabajaremos más a gusto.
Tener equipos con buena refrigeración
Si tenemos en mente renovar los equipos, es preferible fijarnos también en el sistema de ventilación que tienen, no solo en la estética o en el hardware. De esta forma, tendremos equipos bien ventilados con un consumo correcto de energía. En los equipos con sistemas eficientes, veremos como tienen 2 ventiladores, pensados para funcionar según el requerimiento del equipo, tanto del procesador como de la gráfica.
Además de un menor ruido, en el caso de contar con sistemas silenciosos o de doble ventilador, con lo que, girará más despacio, evitando el tener que comprar bases refrigeradoras.
Realizar tareas de mantenimiento
Seguro que desde que compraste el ordenador, no has limpiado el polvo o cambiado la pasta térmica del procesador o gráfica. El darle un correcto mantenimiento al equipo es fundamental para tener un correcto desempeño del mismo.
Evitaremos ruidos innecesarios al tener que trabajar más el ventilador o ralentizaciones, en el caso de llegar a temperaturas elevadas, donde los componentes reducirán el rendimiento. Si tenemos mascotas en casa, tendremos un extra de polvo en el ventilador, varias veces he visto rejillas de ventiladores completamente atascadas con pelusas de pelo. Con lo que, corremos el riesgo de dañar el procesador o la gráfica por exceso de temperatura.
Además, la pasta térmica del procesador o gráfica, en el caso de que nuestro equipo tenga una gráfica dedicada, se reseca esta pasta térmica con el paso del tiempo, por lo que, cambiarla una vez al año o cada 2, sería lo ideal y recomendable.
Apagar el portátil si no lo usamos
Por último, os recomendamos que apaguemos el equipo o lo dejemos en suspensión, dependiendo de si en breve volveremos a retomar la actividad o si tardaremos más en hacerlo. De esta forma, conseguiremos aumentar la vida de los componentes, al no tener que seguir encendidos sin estar usándolos.
Lo recomendable, es que, si nos vamos a ausentar menos de 20 minutos, lo pongamos en suspensión y, en el caso de pasar de ese tiempo, mejor apagarlo. Además, en los equipos con sistemas de almacenamiento como SSD o NVMe, tendremos un arranque casi instantáneo. Con lo que, el tiempo que perdemos en encenderlo y volver a trabajar o usar el ordenador para otras tareas, es mínimo.
Esperamos que esta serie de consejos para evitar que el ordenador portátil se recaliente, sobre todo en verano, os sean útiles. Déjanos un comentario si tienes otras formas para mejorar la temperatura del ordenador.
