La eSIM guardará todos los datos en la nube
El Internet de las Cosas ha cambiado la manera de ver el mundo. Por tanto, es normal que algunas tecnologías se queden anticuadas. En este caso, la eSIM (tarjeta SIM electrónica) le quitará su puesto a la SIM tradicional que todos usamos en nuestros móviles.
La eSIM es un chip integrado dentro de nuestro propio teléfono móvil. A través de él, el usuario puede cambiar de compañía o tarifa, así como gestionar cualquier otro uso relacionado. Todos los datos, claro está, se guardarán en la nube. Así, no tendrán que depender de un medio físico como la anterior SIM.
Aunque suene un poco lejano, ya es prácticamente una realidad. En españa, la compañía Orange ya la puso en práctica a través del smartwatch Huawei Watch 2 4G. Luego, según fuentes del sector, el número de equipos seguirá aumentando. Los operadores cuentan ya con una cierta capacidad para gestionar la eSIM. En unos meses, se verán nuevos avances.
La utilidad de la eSIM se basa en su propia sencillez
Como se espera, la eSIM vendría para facilitar las cosas. Por ejemplo, el cambio de operador mediante un simple llamada o correo al mismo. Se terminaría la espera para que llegue la SIM física e introducir en nuestro teléfono. Por tanto, este servicio básico y esencial se vuelve instantáneo.
Otro favor que nos hace es el roaming. Ya sabéis: el pago extra por usar el servicio de móvil fuera de nuestro país. Aunque se haya eliminado en la Unión Europea, sigue ahí para otros países. Con la eSIM desaparece este inconveniente. El usuario puede contratar otro operador y establecer los días que quiere usarlo durante su estancia.
Por lo demás, la seguridad también podría verse afectada para bien. Es un chip interno que no se puede retirar tan fácilmente. Entonces, las posibilidades de rastreo en caso de robo o pérdida son mayores.
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Fuente Vozpópuli