Los proyectores con una alternativa a los televisores, que permiten una fácil y rápida colocación, además de ocupar poco espacio. Desde hace unos años, han tenido una gran evolución, tanto a calidad de imagen, como a software, convirtiéndolos en una solución con pantallas de gran tamaño, frente a los televisores.
Aunque hay algunos mitos que siguen haciendo creer que no están a la altura de los televisores más modernos. Por ello, os traemos 5 mitos de los proyectores frente a los televisores, donde veremos las capacidades que tienen los proyectores a día de hoy.
Consumo de energía menor
Desde hace unos años, los nuevos proyectores cambiaron las lámparas halógenas por tecnología LED, la cual, tiene un menor consumo energético. Además, el consumo se mantiene igual, sin importar el tamaño de pantalla que tengamos, mientras que, en un televisor, a mayor pantalla, puede consumir más, dependiendo del tipo de tecnología que tenga.
En una comparativa de un televisor de unas 65 pulgadas, tendrá un consumo cercano a los 200 vatios, mientras que, por ejemplo, el XGIMI Halo+, que puede llegar a las 150 pulgadas, tiene una disipación de energía de 90 vatios.
Alta definición a gran tamaño
Los proyectores permiten tener grandes pantallas con alta definición, ya que, están diseñados para darnos una resolución de imagen mucho mayor. Incluso, permiten proyectar contenidos en 4K, permitiendo proyectar imágenes de ultra alta definición con un tamaño de pantalla mucho mayor que la que tenemos en un televisor. Junto a una calidad de imagen que se mantiene nítida y detallada.
A esto hay que sumarle, que los proyectores modernos, pueden estar equipados con una tecnología que mejora la imagen, además de procesamiento de imágenes de alta frecuencia y ajuste automático del enfoque. Esto posibilita darnos una calidad de imagen mucho más clara y nítida en lugares con iluminación o no todo aptos para la proyección.
Espacio de proyección reducido
Para las proyecciones, no es necesario un gran espacio. Los proyectores de la actualidad que tienen el sistema de ultracorta distancia, nos dan la posibilidad de hacer proyecciones desde distancias impensables hace unos años. Esto permite colocarlos muy cerca de la pared de la proyección y reducir el espacio.
A esto hay que sumarle que, al estar tan cerca de la pared, las posibles interferencias de la luz ambiental, se verán reducidas, además de eliminar sombras en pantalla. Con lo que, podremos tener una imagen más clara y nítida, aunque el espacio sea reducido.
Incluso, podremos transportarlo de una a otra habitación, gracias al reducido tamaño que tienen, viajar con ellos a otra casa o si nos vamos de viaje, algo que veremos más en profundidad en el siguiente punto.
Versatilidad y transporte
Algo que los televisores no llegan a tener, es la facilidad de transporte que nos dan los proyectores, al ser de pequeño tamaño y poco peso, nos será mucho más fácil llevarlos con nosotros. Además de poder usar diferentes superficies de proyección, ya sean paredes, techos o pantallas gigantes, adaptándose mucho mejor al espacio en cuestión.
Como os comentamos, al tener un tamaño más reducido que una televisión, nos facilita enormemente el transporte, ya sea a nuestra segunda residencia, como a una presentación o si nos vamos de viaje, para disfrutar de algún contenido audiovisual donde estemos.
Menor emisión de luz azul
Por último, el quinto mito de los proyectores, es la emisión de a luz azul, la cual, al contar con tecnologías avanzadas, consiguen niveles de emisión similares o inferiores a otras pantallas. Como, por ejemplo, lo proyectores de XGIMI, como el MoGo Pro, que consigue atenuar automáticamente la imagen cuando, ya sean mascotas o niños, pasan por delante del proyector, evitando el resplandor en los ojos.
Además, tenemos tecnologías que reducen la cantidad de luz azul, o modos de visualización más suaves, evitando así posibles problemas de ritmo circadiano del cuerpo.
Como podéis ver, los proyectores de hoy en día cuentan con tecnologías que mejoran el espacio de uso, tamaño de pantalla, transporte o un menor consumo de energía frente a los televisores.