El Mobile World Congress 2020 (MWC20) que debía celebrarse entre el 24 y el 27 de febrero en Barcelona, ha sido cancelado por la GSMA, la asociación de operadores que organiza el evento, por temor a posibles contagios por el coronavirus de China. Las deserciones de grandes empresas participantes, pudieron más que la presión de las autoridades nacionales y catalanas que insistían en que no había riesgo sanitario alguno. Ahora, el coste de la cancelación del MWC20 es millonario.
“El GSMA ha decidido cancelar el Mobile World Congress 2020 por la preocupación global que ha generado el brote del coronavirus, viajar y otras circunstancias que hacen imposible que se pueda continuar con el evento”, decía el escueto comunicado firmado por el principal responsable de la feria, John Hoffman. En el mismo, se lanzaba un mensaje de esperanza de cara al futuro: “Las administraciones respetan y entienden la decisión. Continuaremos trabajando con las autoridades locales al unísono y nos apoyaremos para el Mobile World Congress 2021 y ediciones futuras”.
Asimismo, el investigador Oriol Mitjà, defiende que “el evento era un escenario de riesgo para la propagación del virus”. No obstante, esto contrasta con la posición de las Administraciones públicas de España, Gobierno Central, Generalitat de Catalunya y Ayuntamiento de Barcelona, que aseguraban que no hay ninguna razón de salud pública que aconseje esta medida.
La idea de la posible cancelación del Mobile World Congress 2020 comenzó el pasado 5 de febrero cuando el fabricante coreano LG abría la veda al anunciar que suspendía su asistencia al evento por temor al coronavirus. Esta primera reacción, abrió camino a una oleada de deserciones por el resto de compañías, que ni la GSMA ni las autoridades, han podido frenar.
Ahora, las consecuencias de dicha anulación, tendrán un coste millonario, ya que el MWC20 tenía previsto congregar más de 100.000 participantes de 2800 empresas de todo el mundo, de los que 6000 provenían de China. Solo el gasto directo para las marcas participantes (alquiler de pabellones, viajes, hoteles, dietas, entradas, etc.), asciende a casi 500 millones de euros. La cancelación también afecta a las entradas para los asistentes, que tienen un coste de entre 799 y 4.999 euros, así como también se perderían las subvenciones públicas, solo el Ministerio de Economía aporta cada edición cinco millones de euros a fondo perdido.
Además, también se tiene que dilucidar quién se hará cargo de esos gastos, si las empresas participantes o la GSMA, ya que los seguros no cubren contingencias como una epidemia, y menos aún cuando el Gobierno de España no estableció ninguna alerta sanitaria.
Y por último, también hay que tener en cuenta las incontables pérdidas de ingresos que se esperaba en la ciudad de Barcelona, principalmente por parte de la hostelería y transporte.
Fuente: El País