El Model 3 es el primer paso para que Tesla se convierta en una compañía de tecnología que integre hardware, software y servicios a gran escala
El Model 3 de Tesla no es sólo un coche eléctrico, sino que es la última pieza de Elon Musk para hacer su plan de energía limpia tanto en hogares como en carreteras empiece a ser una realidad. Si todo va como espera, el Model 3 revolucionará la industria del motor, al igual que el iPhone lo hizo con la de la telefonía.
Recientemente ya han sido entregadas las primeras unidades del Model 3, cuyas reservas se abrieron hace un año con una señal de 1000 dólares, y ya tienen más de medio millón de pedidos. Si todo marcha según lo planeado, a finales de año se fabricarán 5000 unidades por semana, y si logran aumentar el ritmo, en 2018 habrán entregado los pedidos de un coche cuyo precio final se queda en los 35000 dólares, aunque si se quiere mejorar la autonomía de la batería o disfrutar de piloto automático, habrá que desembolsar 9000 o 5000 dólares más, respectivamente.
Sin embargo, es destacable que por primera vez se lanza un coche de Tesla por menos de 40000 dólares, ¿cómo es esto posible? Una razón son los materiales escogidos, ya que esta vez ha sido el acero, en vez del aluminio del Model S. Cabe indicar que el Model 3 tiene una aceleración menor, de 0 a 100Km en 5,6s y alcanza los 209Km/h. Ofrece 209 millas con media hora de carga, ya que su batería de 21 celdas proporciona una autonomía de 354Km.
En cuanto a detalles técnicos, todas las funciones que incluye el Model 3 de Tesla se controlan a través de una gran pantalla táctil de 15 pulgadas, ya que este coche se actualiza al igual que ocurre con los móviles y su evolución, pasando de estar llenos de botones a presentar una gran pantalla que ocupa la mayor parte de su cuerpo. Además, la puerta del vehículo se desbloquea a través de una aplicación para smartphone, dado que carece de llave.
El Model 3 se actualizará igual que un smartphone, ya que recibirá actualizaciones de forma inalámbrica que pueden aumentar sus capacidades y hacerlo más rápido y seguro. Por otro lado, de la dualidad de ser una compañía de software y hardware, nace el sistema Autopilot de conducción asistida de Tesla, del que se espera que el coche sea capaz de llevarnos a nuestro destino con tan sólo indicar a dónde queremos ir. Para ello, el Model 3 incluye radares, siete cámaras, 12 sensores ultrasónicos y un procesador especializado en el tratamiento de datos desarrollado por Nvidia. Cabe indicar que por esto habrá que pagar otros 3000 dólares, cuando los algoritmos estén perfeccionados y la regulación lo permita.
Al igual que otros coches de Tesla, el Model 3 piensa qué hacer en todo momento como si fuese un vehículo autónomo, aunque el conductor lo maneje, de modo que realiza sus cálculos y los compara con las maniobras del conductor para aprender de sus errores. Todos los vehículos envían lo que aprenden a la compañía para mejorar los algoritmos de inteligencia artificial.
Cuando se tiene el hardware y el software, llegan los servicios. Los coches de Tesla serán la próxima gran plataforma de aplicaciones como lo es iOS o Android, de modo que ya han comenzado a integrar servicios en el sistema operativo del coche como asistencia técnica o comprobación de puntos de carga rápida cercanos y su disponibilidad.
Ya han pasado 11 años desde que Elon Musk desveló su plan maestro y lo publicó en su blog, cuyos pasos eran: “Haz un deportivo. Usa ese dinero para hacer un coche más asequible. Usa el dinero que hagas con el anterior para hacer uno todavía más asequible. Mientras haces todo esto, crea una fórmula para proveerlo de energía limpia”. Musk ha seguido el plan al pie de la letra y lo ha hecho todo. Además, sigue lanzando cohetes de Space X, los cuales ahora son de ida y vuelta, y quiere llevar la humanidad a Marte.
Fuente: El País