La personalización es un concepto que a los usuarios les llama mucho. A todos nos gusta configurar o decorar las cosas que adquirimos en el mercado con el fin de hacerlas propias y dotarlas con un toque de distinción, y esto es algo que las marcas saben y de lo que pretenden sacar provecho. De hecho, hoy en día es habitual poder comprar piezas de hardware para montar nuestro propio ordenador pero, qué pasa con los smartphones?
En este campo, estamos acostumbrados a que las grandes marcas compitan entre ellas por sacar los mejores dispositivos con mejores características sin morir en el intento a la hora de venderlos, sin que parezca importarles demasiado el tiempo de vida que sus productos puedan tener. Sin embargo, esto podría acabarse en un futuro más o menos cercano gracias a la aparición de los móviles modulares.
La idea de desarrollar este tipo de dispositivos se remonta al año 2011 cuando Google adquirió las patentes modulares de la empresa Modu, la cual planteaba la posibilidad de añadir módulos a los móviles para así ampliar sus capacidades. Posteriormente, el gigante se hace con Motorola Mobility y comienza a analizar la idea de llevar esto a la práctica. Mediante su “Proyecto Ara”, anunciado en octubre de 2013, Google planteaba así la posibilidad de que los usuarios pudiesen configurar por ellos mismos sus propios smartphones como si fuesen piezas de Lego, a la vez que se retrasaría la ahora tan conocida y odiada “obsolescencia programada”, ya que los usuarios podrían adaptar sus dispositivos a sus necesidades.
A su vez, el diseñador holandés Dave Hakkens desarrolla el concepto de su proyecto Phoneblocks, el cual presentó también en 2013, y que se basaba en fabricar móviles modulares con el objetivo de minimizar los residuos electrónicos.
Finalmente, ambas empresas se ponen de acuerdo en una misma idea y deciden apoyarse mutuamente.
Los dispositivos diseñados en el Proyecto Ara consisten en una especie de chasis o marco abierto totalmente modular que dispone de conectores e imanes, en el que se insertarían los módulos correspondientes que los fabricantes desarrollen, los cuales también deben tener imanes.
Así por ejemplo, en la parte de atrás del prototipo denominado Spiral 2, hay 12 ranuras y conectores en los que se ensamblan los componentes, mientras que en la parte de delante, hay dos compartimentos con sus respectivos conectores.
De esta manera, el terminal sería como un juego de Lego, en el cual los usuarios podrían acoplar el hardware que consideren más conveniente en cada caso, de forma sencilla e incluso “en caliente” (en la mayoría de las piezas, excepto la pantalla y la CPU).
Cabe añadir, que a este proyecto se han unido fabricantes como Toshiba, Sennheiser, Lapka, NVIDIA y Marvell para desarrollar los distintos módulos.
Al margen del Proyecto Ara de Google y Phoneblock, ZTE también se ha interesado en la idea de desarrollar móviles modulares y en el pasado CES 2014, presentó su propio smartphone modular denominado Eco-Mobius, el cual todavía se encuentra en desarrollo y consiste en un chasis que incluye la pantalla y la placa base, pero que presenta varias bahías para poder intercambiar los distintos módulos.
La idea de los móviles modulares necesita aún apoyo de las compañías y cierto desarrollo técnico ya que hay algunos inconvenientes que resolver como la conductividad de la señal eléctrica a través de todos los componentes, ya que al no estar éstos soldados directamente sobre la placa resulta más complicado, y éstos podrían ser más vulnerables a los golpes y caídas que los smartphones de hoy en día también por la misma razón de no estar los componentes soldados y bien sujetos.
Sin embargo, el móvil modular es un concepto realmente bueno que podría tener mucho éxito si se logra desarrollar bien.
Fuentes: El diario y Computer Hoy