Parece que Movistar va a lo suyo, le da igual que cada vez tenga menos clientes y que su capacidad de captación sea muy baja pues a partir de este mes de abril comenzará una nueva política en la que cobrará a aquellos usuarios que lleven a cabo una portabilidad y posteriormente decidan cancelarla para quedarse en su operador habitual.
El coste de esta penalización variará dependiendo del tipo de terminal en el que realicemos la cancelación de portabilidad. Si empleamos un móvil tendremos que abonar una cantidad de 50 euros y si tenemos una línea fija deberemos pagar 100 euros al cancelar la portabilidad.
Pero llueve sobre mojado, ya que Movistar no ofrecía ningún terminal ni ninguna ventaja a sus nuevos clientes. Desde luego decisiones que no tienen en cuenta al usuario, que al fin y al cabo es el que consume.
Pero lo más importante es que FACUA ha denunciado a Movistar por estas penalizaciones, pues esta práctica vulnera la legislación en materia de comercio y protección al consumidor, y aconseja a los afectados que rechacen estos cargos y denuncien a la compañía.