El Black Friday o las Navidades están llamando a tu puerta. Casualmente, tu teléfono ya no va tan rápido como cuando lo compraste. ¿Vas a dejar pasar esta oportunidad?
Es evidente que el uso de los móviles hace que se vayan ralentizando por diferentes causas. ¿Sabes cuáles son los principales motivos y cómo combatirlos? En Hardmaniacos queremos mostrarte los principales problemas que hacen de un móvil una “piedra”, y te damos la solución para remediarlo.
Tienes el móvil lleno de “cosas”
El simple hecho de ser nuevo, hace que consideremos a cualquier aparato electrónico un objeto más preciado. Hablamos de piezas que vienen vacías de fábrica, con apenas aplicaciones instaladas, pero que tienen unas ventajas que se van perdiendo con el tiempo.
Disponer de mayor rapidez a la hora de consultar las redes sociales o contar con el espacio libre de almacenamiento suficiente para guardar unos determinados archivos, son actos que se nos escapan pasados los años.
Para solucionarlo, la mejor opción es guardar todo el material audiovisual y documentos que tengamos en el mismo, que sea de nuestro interés, y restaurarlo de fábrica. De esta forma, vamos a recuperar, en gran medida, la velocidad deseada.
Las aplicaciones son cada vez más pesadas
Hay millones de aplicaciones que se pelean por estar en tu smartphone. Con el tiempo estas también se quedan desfasadas, por lo que se actualizan de forma continua para ofrecerte mejoras.
Aunque la tendencia es que los móviles que salen al mercado tengan mayor capacidad, las nuevas apps son propensas a ocupar más espacio. Una de las redes sociales más en auge entre los jóvenes, Instagram, cumple esta premisa. Sin ir más lejos, cada día que pasa podemos comprobarlo con la cantidad de filtros que se suman a los ya existentes. Es la ley “yo más” y la inclinación de la balanza es que esto siga en la misma dirección.
Una idea para acabar con esta lacra es instalar versiones antiguas de las aplicaciones, aunque esto no siempre es posible. Múltiples aplicaciones como Whatsapp no funcionan si tratas de usar versión antigua.
No recibes actualizaciones de tu terminal
El origen fundamental de que nuestros dispositivos se vuelvan cada vez más lentos es la obsolescencia programada. Pasado el año y medio, dos años a lo sumo, nuestro terminal ya no tiene cabida en nuestras vidas. Los responsables, la industria o fabricantes de móviles.
Una forma para verificarlo es que dejas de recibir actualizaciones de seguridad o soporte, o simplemente te llegan las mínimas correcciones y mejoras de rendimiento.
Una solución es instalar un ROM. Este te permitirá mejorar el rendimiento de tu móvil aunque ya tenga su tiempo.
El hardware se va deteriorando
Los años pasan para todos, en el caso de los componentes electrónicos parecen décadas. Estamos en un avance continuo, donde los smartphones cada vez ofrecen más funcionalidades pero también sufren un gran desgaste.
Una de las piezas que manifiesta un mayor deterioro es la batería, que sufre una reducción constante de su capacidad desde su primer uso, afectando directamente al rendimiento del móvil. De ahí que empecemos a cargarlo cada dos o tres días, en función del uso, hasta que solamente nos dura unas cuantas horas.
Cuidar la batería es esencial. No obstante, a veces es demasiado tarde y tenemos que valorar otras alternativas. Un consejo es cambiar la batería, bien tú mismo o por parte de profesionales cualificados. Esto te permitirá seguir una temporada más con tu “viejo”.
Como acabas de leer, para cada problema tenemos una solución diferente. Si te gustan este tipo de artículos o quieres descubrir las últimas novedades de tecnología, ¡Te esperamos en Hardmaniacos!