Cuando tenemos un pequeño negocio en el que vendemos nosotros mismos los productos que hacemos o preparamos, solemos implementar una etiqueta para darles una mejor estética y diseño que los complementen. Por ello, es bueno conocer los principales tipos de impresoras de etiquetas que hay, para adecuarlas a las necesidades que tengamos en cada caso. Esto nos facilitará enormemente la elaboración y venta de los productos.
Adhesivas y autoadhesivas
Comenzamos por las impresoras de etiquetas adhesivas, las cuales son las más comunes y populares que tenemos en el mercado. Por su precio y versatilidad, son perfectas para pequeños comercios, donde necesitan marcar sus productos con algo más de información que el simple precio.
Además, son fáciles de usar con diferentes tipos de rollo, permitiendo, incluso, imprimir las etiquetas de los envíos, las cuales, al ser adhesivas, solo tendremos que pegarlas. Una vez impresa, suelen cortarla, para poder pegarla mejor, sin tener que usar una tijera para quitarla del rollo de la impresora.
Según el tipo de adhesivo que usemos en el papel, también permiten ser pegadas en superficies como vidrio o lisas, pudiendo crear adornos o figuras en botellas o ventanas, aquí la imaginación la pone cada uno. Además de poder retirarlas, si el adhesivo elegido lo permite.
Un contra que pueden tener, es que suelen imprimir solo en blanco y negro o en 2 colores, por lo que, si queremos ser más creativos, necesitaremos una a color.
A color
Cuando queremos realizar diseños más elaborados o con varios colores, necesitaremos una impresora de etiquetas a color. De este modo, las posibilidades se multiplican, permitiendo ser más creativos para crear etiquetas para productos, como pueden ser botellas o botes, ya sean de vino, mermeladas o cualquier producción que queramos vender.
Algunos modelos interesantes para una pequeña empresa, pueden ser la Epson C6000, una impresora de etiquetas de 4 colores. Con su tamaño reducido, apenas ocupará espacio, permitiendo realizar impresiones fluidas bajo demanda, ampliando las capacidades de la empresa.
Además, destaca por estar equipada con un pelador y cortador automático, lo que mejora el flujo de trabajo, ahorrando tiempo. Con una buena facilidad de uso e integración en el espacio de trabajo, es una buena opción que cubrirá ampliamente los requisitos que pueda tener una pequeña o mediana empresa.
En rollo
En el caso de tener una serie de productos iguales a los que queremos poner una etiqueta, será muy práctico usar los rollos, esto permite imprimir muchas más etiquetas continuamente, enrollándolas a la salida de la impresora. De esta forma, conseguimos un rollo continuo de etiquetas que podremos montar en otra máquina para colocarlas.
Incluso, podemos vender estos rollos a las diferentes empresas, como envasadoras de productos, donde solo tendrán que montar el rollo en su correspondiente máquina para que las vayan colocando en los productos.
Térmicas
A la hora de realizar la impresión, esta puede ser con tinta o térmica, en este proceso, suelen quemar el papel en la zona de la impresión. Este método, es el que más se usa en las impresoras de etiquetas adhesivas, aunque, como contra, tenemos que tener en cuenta que, después de un tiempo, puede que se vaya borrando esta impresión, sobre todo si le da el sol.
Industriales
Por último, tenemos las impresoras industriales, perfectas para realizar impresiones prolongadas o que requieran imprimir continuamente. Además, este tipo, según la máquina que tengamos, también nos permitirá recortar la impresión con formas, facilitando pegarla sin tener que recortarla a mano, en el caso de ser necesario.
Como podéis ver, tenemos diferentes tipos de impresoras de etiquetas, que nos facilitarán el trabajo o producción de productos o servicios.