A la hora de comprar un televisor para el salón o habitación, puede que nos llegue a abrumar la cantidad de tipos y modelos que hay en el mercado, por ello, necesitamos saber algunas cosas antes de comprarlo. De esta forma, tendremos un televisor que cumpla nuestras expectativas y al que le saquemos el máximo rendimiento, tanto a la propia televisión, como a los dispositivos que conectemos en él, ya sea una consola, como un ordenador, barra de sonido u otros.
Por ello, aquí os traemos una serie de puntos a tener en cuenta cuando vamos a comprar un televisor para casa. Sin más, comenzamos.
Calidad de imagen
Actualmente, podemos encontrar smart TVs con muy buena calidad de imagen por menos de 1000 euros. Si buscas modelos con buenas prestaciones a buen precio, te recomendamos la guía de compra de TVlovers con los mejores televisores calidad/precio, cada mes actualizan la guía con las mejores ofertas.
La calidad de imagen ha de ir acorde con los dispositivos que conectemos y la calidad que tengan estos, por ejemplo, si queremos conectar un ordenador cuya salida máxima es de 1080p y el televisor es 4K, no tendremos esa finura en la imagen si este fuese también de 1080p. Por ello, el conocer las resoluciones que usan nuestros aparatos, será muy útil a la hora de elegir un buen televisor.
Así mismo, tenemos diferentes tipos de paneles: LCD, LED, QLED, OLED, etc. Cada uno, tiene sus puntos fuertes, como los negros más nítidos e intensos colores que nos pueden dar los QLED o los OLED, aunque el precio de estos también subirá.
Además, tendremos que tener en cuenta el tamaño del mismo, como veremos en el siguiente punto.
Tamaño
En cuanto al tamaño, hay que saber el tamaño nativo de las resoluciones, ya que, no por muy grande se verá todo lo nítido que queramos si la resolución del propio televisor es baja. Por ejemplo, el tamaño adecuado de la resolución 1080p está entorno a las 24 pulgadas, para resoluciones de 2K, deberemos ir a las 27 pulgadas. Todo esto, para verla más o menos a 1 metro de distancia.
Además, también tendremos que ver que quepa el hueco o mueble donde la vayamos a colocar, y la altura de este con respecto al ángulo de visión mientras estamos sentados en el sofá.
Aunque, para tener un buen tamaño y calidad de imagen, también tendremos que tener en cuenta la distancia de visión, lo cual, veremos en el siguiente punto.
Distancia de visión
La distancia de visión influirá en el tamaño del televisor para que lo veamos correctamente desde donde estamos sentados, ya que, como vimos en el punto anterior, tenemos unos tamaños para cada resolución, aunque, si estamos más lejos, podremos aumentar el tamaño del televisor sin que perdamos calidad de visualización.
A mayor resolución, con el mismo tamaño de pantalla, podremos estar más cerca de esta. Por ejemplo, para una pantalla de 50 pulgadas con una resolución de 1280 x 720, tendremos que estar a unos 3 metros para verla bien. En cambio, si la resolución la aumentamos a 1920 x 1080, conseguiremos acortar estar distancia hasta poder verla a 2 metros.
Por lo que, a resoluciones mayores, podremos tener tamaños más grandes de televisor con mayor nitidez y calidad de imagen. Debemos evitar comprar una resolución baja en una pantalla muy grande, si no tenemos la suficiente distancia entre ella y nosotros.
Soportes
A la hora de colocar la televisión en casa, podemos hacerlo en varios lugares, como encima de un mueble o colgada en la pared. Para esto último, necesitaremos un soporte que sea resistente y permita, en caso necesario, mover el televisor.
En el mercado tenemos diferentes opciones, desde las más básicas que solo permiten inclinar el televisor, hasta las más complejas, como un soporte con brazo giratorio, permitiendo aumentar los movimientos en caso de necesitarlo. Esto es muy útil si tenemos la televisión en un salón grande, con dos áreas diferenciadas, pudiendo colocarla en medio y así moverla fácilmente.
Estos soportes, han de aguantar el peso de la tele, además de tener que llevar por ellos los cables necesarios, tanto el de corriente como de los dispositivos que tengamos conectados a ella.
Software del Smart TV
En cuanto al software, encontramos una gran variedad, desde las TV más básicas que solo tienen algunas funciones para gestionar los canales de televisión y las entradas, hasta las más complejas, con un pequeño ordenador en el interior. Estas últimas, además de permitir ver la tele, también nos dan acceso a Internet, para ver plataformas como YouTube, Netflix o Amazon prime video, entre otras. Con lo que, el acceso a la información sin tener que usar un ordenador, será mucho más fácil y en gran pantalla. Por lo que, según de las necesidades que tengamos, podremos optar por una u otra.
Conectividad
Otro punto importante, es la conectividad que tiene nuestro televisor, teniendo en cuenta, los dispositivos que queramos conectar en ella, ya sean consolas, ordenador, el móvil o dispositivos de sonido. Lo normal es que disponga de estas conexiones: antena, satélite, HDMI, VGA, red, USB, Mini Jack de 3,5 mm, Wifi y Bluetooth, entre otras. Con lo que, nos permitirá conectar una gran variedad de dispositivos.
Asimismo, en el caso de querer tener todo conectado, es bueno que disponga de varios puertos HDMI, de esta forma, no tendremos que retirar uno para conectar otro aparato.
Sonido
Por último, tenemos el sonido, el cual, la televisión, al tener poco grosor, no permite incorporar unos buenos altavoces, los cuales son necesarios sobre todo si vamos a ver cine o juegos, donde el sonido juega un papel importante.
Por ello, nosotros os recomendamos disponer de una barra de sonido, la cual podemos colocar debajo de la tele. Con este pequeño accesorio, conseguiremos potenciar el sonido en general, incluso, algunos modelos disponen de subwoofer, con el que escucharemos mucho mejor las explosiones y los graves.
En el caso de necesitarlo, también tenemos la opción de conectar un sonido 7.1, donde conseguiremos meternos dentro de la propia escena de la película que estemos viendo.
Como podéis ver, tenemos una gran cantidad de opciones en el mercado, donde no solo el tamaño importa para tener una buena experiencia de visualización en todos los aspectos y poder disfrutar de ella.