La compañía Apple ha confirmado que los iPhone más viejos pierden potencia para prevenir problemas causados por las baterías envejecidas, de manera que se confirma la ralentización de iPhone según el tiempo de la batería.
Después de los análisis de Geekbench y de que un grupo de usuarios de Reddit aportaran datos sobre la ralentización de iPhone según el tiempo de la batería, Apple ha decidido reconocer que es cierto.
Los iPhone más antiguos, como el caso de los iPhone 5, 6 y 6s, van perdiendo potencia a medida, al igual que los iPhone actuales como el 7, que sus baterías pierden capacidad. Esto se hace mediante software, pues Apple ha programado su sistema operativo para que, si la batería va peor, el dispositivo vaya más lento y trate de disminuir los problemas relacionados con ello.
Esto parece una respuesta directa a los muchos problemas que tuvieron los iPhone 6 y 6S el año pasado con sus baterías. Muchos se apagaban de repente a la mitad de su capacidad y otros directamente dejaron de funcionar. Para reducir esto, la actualización 10.2.1 de iOS incluyó un sistema para gestionar la potencia de los dispositivos según lo bien o mal que estén sus baterías. Y según parece, es un sistema que ahora ha llegado a los iPhone 7 con la actualización 11.2.
Apple aseguró en un comunicado oficial, que su objetivo es dar la mejor experiencia a los usuarios para que sus teléfonos funcionen y duren lo máximo posible, y, además, reconocen que el frío, la poca carga de las baterías o su envejecimiento pueden hacer posible la ralentización de iPhone.
La compañía afirma que esto seguirá siendo así en futuros dispositivos. Y aunque pueden tener razón al hacer esto, ya que garantiza una mayor vida útil de los dispositivos, los usuarios pueden no verlo tan bien, pues sus teléfonos al final van más lentos y no hay forma de solucionar esto a no ser que eviten las actualizaciones, lo que puede dejar el dispositivo desprotegido y sin novedades.
Del mismo modo, no está claro si los nuevos sistemas operativos iOS están adaptados lo suficiente como para funcionar en dispositivos más anticuados. Más allá de la diferencia de potencia entre un iPhone 6 y un iPhone X, si Apple no adapta su software bien a las limitaciones de los anteriores modelos, eso también puede llevar a un peor funcionamiento, dando lugar a la ralentización de iPhone.
El debate en torno a la obsolescencia programada parece no acabar nunca. Pues esto revive lo que muchos usuarios temen: que las grandes tecnologías, incluso las que dan soporte a sus dispositivos durante años, como Apple, también perjudican a la experiencia de sus usuarios lo suficiente, como para que comprar un nuevo dispositivo parezca siempre la mejor opción.