Las compañías de telecomunicaciones a nivel mundial, ya sean fabricantes u operadores, afrontarán este año 2016 el que podría ser uno de los mayores y más arriesgados cambios en el sector de la telefonía: la desaparición de la SIM, y todos los cambios drásticos e irrevocables que supondrá.
Para todos los efectos la tarjeta SIM será sustituida por un chip fijo, instalado de fábrica en los dispositivos, y será conocida como tarjeta electrónica o eSIM. La GSMA ya tiene disponible la primera especificación técnica para implantar esta tecnología, que será uno de los grandes, o tal vez el mayor anuncio del próximo Mobile World Congress.
eSIM – Dos fases
Implantar la eSIM en todos los dispositivos que nos rodean será una ardua tarea. Por ello, serán necesarias dos fases. En las cuales integrar esta novedosa tecnología de forma rápida pero gradual en todos los dispositivos electrónicos hábiles con el Internet de las Cosas.
La primera fase, llamada Fase 1, será aplicar la especificación técnica de la eSIM a todos los wearables, tablets y coches. La segunda fase, se ejecutará después de verano y su objetivo serán los smartphones, aquí será el grueso de los problemas o inconvenientes a subsanar… Además permitirá almacenar un gran número de perfiles, es decir, de cuentas entre un cliente y un operador.
Como habrá muchos perfiles podrán precargarse varios operadores, aunque sólo podrá haber un perfil activo a la vez. Esto permitiría portabilidades especialmente rápidas, ya que se evitaría la necesidad de recibir la SIM física de la compañía. Oohps!! Y los amagos de portabilidad !? (Ya no más picarescas…).
Otro impacto en la sociedad debido a la desaparición de la SIM del móvil, será la descongestión de tráfico en las tiendas físicas de móviles y operadoras, aunque no estamos seguros de hasta donde esto será un punto positivo… Esto provocará la gestión online de los clientes, así como una transformación en los establecimientos relacionados con el mundo de las telecomunicaciones. Habrá menos tiendas, pero se espera que de mayor tamaño y con un personal más cualificado.
Otro cambio importante estará relacionado con los costes del roaming. Si el cliente puede llevar varios perfiles distintos, podrá cambiar de operador cuando viaje y usar una tarifa local. En Europa este sobrecoste será menor, ya que el roaming desaparecerá por ley en 2017. Sin embargo, puede obligar a los operadores a ser más proactivos y a reducir los costes en viajes internacionales. Esto sí que será una ventaja para el usuario.
SIM – ¿Cambio necesario?
Los operadores se han visto obligados a ceder a la desaparición de la SIM, ya que no es viable su funcionamiento con el Internet de las Cosas, que prevé que la mayoría de objetos estén conectados a redes móviles. Y no sólo smartphones, tablets, wearables… sino que como poco a poco hemos podido comprobar en los anuncios de Tv, tanto coches, como electrodomésticos o incluso nuestra propia casa pasan ya mismo a formar parte de la red, y por ende a formar parte del Internet de las Cosas.
Y para que esta situación sea posible, los dispositivos deben llevar incorporada de serie la eSIM para que, en caso de que lo desee el usuario, pueda ser activada de forma remota.