Hasta ahora, Google parecía estar a la cabeza de la supremacía cuántica, tras haber logrado realizar una tarea cuántica que al mejor superordenador del momento le habría constado años; sin embargo, ahora la supremacía cuántica de China reclama su lugar por encima, ya que investigadores chinos afirman que su superordenador cuántico de 66 cúbits, denominado Zuchongzhi, puede realizar operaciones mucho más rápido que la computadora cuántica de Google: han completado un cálculo complejo en algo más de una hora, unas 60000 veces más rápido que el super ordenador clásico más potente.
No obstante, cabe indicar que el concepto de “supremacía cuántica”, no se refiere a la competencia existente entre distintos países o empresas por dominar este campo emergente de la informática (una lucha que existe y es real), sino que se sustenta en una idea acuñada por el profesor John Preskill, del Instituto Tecnológico de California, el cual se refería al momento en el que fuera posible desarrollar un procesador cuántico con la capacidad de efectuar una tarea concreta que no pudiera ser ejecutada por ningún superordenador clásico, en un plazo de tiempo lógico, lo cual es lo que parece haber conseguido Google y ahora China. Veamos ahora cómo ha sido esto posible.
En cuanto a la supremacía cuántica de China, hay que indicar que, previamente, la máquina Jiuzhang ya había conseguido resolver una tarea compleja en 200 segundos y alcanzar el mismo objetivo, pero su utilidad concluía con ese cálculo. Ahora, el procesador cuántico Zuchongzhi presenta un funcionamiento mucho más versátil y práctico. Además, sus 56 cúbits (dos más que el procesador Sycamore de Google), lo hacen exponencialmente más poderoso y le permitieron resolver el problema informático complejo de muestrear la distribución de salida de circuitos cuánticos aleatorios, lo cual supone una operación mucho más desafiante y riesgosa que la encarada por Google, en 70 minutos, muy por debajo de los 8 años que tardaría el mejor ordenador clásico.
“Nuestro trabajo establece una ventaja computacional cuántica inequívoca que es inviable para la computación clásica en una cantidad de tiempo razonable”, explican los investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China. “La plataforma de computación cuántica programable y de alta precisión abre una nueva puerta para explorar nuevos fenómenos de muchos cuerpos e implementar algoritmos cuánticos complejos”.
Por otro lado, otra diferencia entre la supremacía cuántica de China y la de Google, es que han utilizado una estrategia diferente: mientras que Google basa su tecnología en electrones y cúbits superconductores, China ha apostado por circuitos ópticos y fotones para administrar y procesar sus cúbits, aprovechando la propiedad cuántica que permite a los fotones viajar aleatoriamente en distintas direcciones para llevar a cabo cálculos extraordinariamente complejos.
“El experimento de este estudio trata de una tarea creada ‘ad hoc’ para demostrar la supremacía cuántica de China. Igual que el experimento de Google, pero mejorado”, explica Antonio Acín, físico teórico e investigador de Icrea, en el ICFO, Institut de Ciències Fotòniques. “Son pasos muy interesantes de cara a tener un ordenador cuántico funcional, pero lo realmente interesante será poder reducir el ‘ruido’ de los sistemas y conseguir eliminar errores”, apunta.
Aunque con respecto a esto último, hay que decir que Google publicó recientemente un estudio en la revista Nature en el que demostraba cómo añadiendo más cúbits físicos al sistema se podrían reducir errores gracias a la redundancia, un concepto teórico que aún no se había demostrado de forma práctica.
De esta manera, los superordenadores cuánticos prometen convertirse en los próximos años en una alternativa única para resolver problemas sociales y económicos de trascendencia global, como la criptografía, el Big Data o el diseño de materiales innovadores, entre muchas otras posibilidades.
Fuente principal ABC